**DESCUENTO ESPECIAL DEL 50% POR TIEMPO LIMITADO**
100 formas de volver al corazón de Dios… y al tuyo
Cuando no sabes qué orar, estas tarjetas le ponen palabras a tu corazón y te recuerdan cómo Jesús te ve.
Cada tarjeta te ayudará en tu tiempo devocional a través de un mensaje breve, bíblico y cercano, directo al alma.
También a través de una pregunta terapéutica, podrás escribir con honestidad, ordenar lo que sientes y dar un paso concreto con Dios. Como resultado, podrás tener un tiempo devocional con Dios y profundo que te ayuda a sanar, decidir y descansar cada día.
Con cada tarjeta lograrás:
– Fortalecer tu relación con Dios: pasar de monólogos a conversaciones reales con Él.
– Sanar heridas (culpa, vergüenza, rechazo, comparación, ansiedad y duelo) con una guía segura.
– Verte como Jesús te ve y cambiar el diálogo interno.
– Tomar decisiones con paz: límites sanos, propósito y dirección práctica.
– Crear un hábito de 5–10 minutos que transforma tu día, sin culpas ni perfeccionismo.
Esto es para ti que quieres:
– Llevar tu relación con Dios a un nuevo nivel
– Salir de la cotidianidad en tu tiempo con Dios
– Sanar tu alma para verte como Jesús te ve
– Desarrollar nuevos hábitos
– Aprender a tomar decisiones y poner límites
– Crear relaciones sanas
– Aterrizar lo que Dios te dice a la cotidianidad
¿Por qué funcionan?
Porque combinan Palabra viva con preguntas terapéuticas. No son frases bonitas: son una guía para escucharte con Dios, nombrar lo que duele y elegir un paso práctico cada día.
¡Empieza hoy! convierte tu devocional en sanidad práctica.
Preguntas frecuentes
¿Son bíblicas?
Sí. Cada mensaje se inspira en la Escritura e incluye una referencia breve.
¿Cuánto tiempo toma cada tarjeta?
Entre 5 y 10 minutos. Tú marcas el ritmo.
¿Sirven si ya estoy en terapia?
Sí. Son el complemento perfecto para procesar entre sesiones.
¿Formato digital o físico?
Recibirás un archivo digital descargable e imprimible.
¿Puedo usarlas en grupo o pareja?
Sí. Funcionan excelente en devocionales, células y consejería.
¿Reemplazan la terapia?
No. Son un recurso espiritual y emocional que acompaña, no sustituye, la atención profesional.